lunes, 9 de septiembre de 2013

Guerreros históricos (I). Los gladiadores.


 Escogidos entre criminales, esclavos, desertores y hombres arruinados, los gladiadores podían convertirse en ídolos de masas y unos pocos llegaban incluso a conquistar su libertad.

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Los futuros gladiadores se alojaban en escuelas donde eran entrenados y bien alimentados hasta que les llegaba el turno de luchar en el anfiteatro. Algunos historiadores remontan sus origen a la antigua costumbre romana de celebrar sacrificios humanos sobre las tumbas de personajes importantes para aplacar la sed de sangre de los difuntos, lo que con el tiempo habría sido sustituido por combates de gladiadores como forma de homenaje. Otros hablan de tradición etrusca de celebrar duelos rituales en los funerales de hombres ilustres. Sea como fuere, el espectáculo comenzó en Roma en el año 264 a.C, cuando tres parejas de gladiadores lucharon por primera vez en el Foro Boario. El espectáculo vivió siglos de gloria y no cesaría hasta el 404 d.C, cuando fue prohibido por el emperador Honorio (384-423).

A Palo limpio.

 La preparación comenzaba con una carrera, más larga para los que usaban armamento ligero. Los golpes se practicaban con pesadas réplicas de armas, por lo general de madera, y se propinaban golpes a sacos de arenas colgados de palos giratorios. El final incluía combates simulados.


Muy vigilados.

Tras la revuelta de gladiadores y esclavos encabezados por Espartaco en el 73 a.C, las escuelas se tornaron presidios. Los luchadores dormían en cuartos minúsculos y sin camas. Un cementerio cercano servía para los que morían por cualquier causa.

Dieta energética.

Comían muchos cereales y legumbres, una gran fuente de hidratos de carbono, y menos carne de lo que se creía. Para mantener la fortaleza de sus huesos, bebían un brebaje hecho a  partir de madera carbonizada y cenizas de huesos ricos en calcio.

Lo que diga el Doctor.

Los entrenadores o doctores solían ser gladiadores retirados y especializados. Así, los que preparaban a los retriarius -armados con red y tridente- eran los doctores retriarii. Médicos y masajistas atendían a los gladiadores tras los entrenamientos.


A muerte.

En la arena, el combate duraba hasta que uno de los oponentes moría o resultaba gravemente herido. El público decidía si el perdedor podía vivir, aunque solía elegir su muerte. A veces se decretaba un empate y ambos atletas se retiraban con vida de la arena.